Cuando llueve ahí afuera es cuando más ganas tengo de dormir en compañía. Y de no dormir también...disfrutar la noche, hacer rabiar a los vecinos con ruidos ensordecedores, quizás un cigarrillo, quizás un té, a lo mejor un respiro y vuelta a empezar.
Pero esto no sólo me ocurre cuando llueve ahí afuera...
Pero esto no sólo me ocurre cuando llueve ahí afuera...